CRUCERO ARA
“GENERAL BELGRANO”
La vastedad de las mares
vieron transitar tu figura
Tu áurea guerrera
nunca supo de bajamares.
En guerras y batallas con bravura
se vió tu estirpe marinera.
Hasta que ansias mezquinas
quisieron cobrarte como prenda
sin importar del mundo su clamor
las aguas dejaron de ser cristalinas
la lucha fue desigual y horrenda
y sobrevino el horror …
Un torpedo artero
disparado desde un lejano,
despiadado y frío cuartel
acabó con tu derrotero.
¡ Qué acto tan inhumano
para una guerra lograr su cuartel !
La muerte con su destello sombrío
cubrió el mar y las aguas tiñó
Dios con su silencio los bendijo
y su calor sus almas cubrió
a quienes salvarse lograron acompañó
y a todos en su seno cobijó
Hoy tu estructura
yace en reposo sagrado
de guerrero en eterno remanso.
El abismo marino honrosa sepultura
de quienes así se han brindado
¡ Honremos ese santo descanso !
Como allá en los Andes un cóndor
la Cruz del Sur en azul cielo
un destello gris marcará el lugar
ése será el eterno fulgor
que el mar guardará con celo
para esa tumba de guerra por siempre resguardada.
El silencio de tu ausencia
enmarca el adiós de un guerrero.
El alma de sus marinos
exhaló heroísmo y valentía
¡ ése era el derrotero
es que eran bién argentinos. !
Osvaldo J. López Bugueiro
Los Soldados solo mueren cuando la Patria los olvida.
Los Centinelas
Allá están
aquellos, los guardianes de la tierra,
Ni la muerte
provocará su retirada,
Pues la
guardan para y por nosotros,
Ahí están
montando guardia, sin pedir ni decir
nada...solo
esperan,
Dieron su vida
por defender nuestra bandera,
Sus sueños,
sus vivencias en pos de aquella meta,
Pusieron en
jaque al enemigo,
Lucharon sin
cuartel por cada centímetro de tierra,
Allí descansan
nuestros hombres,
Muchos años
han pasado,
Todo humo
disipado,
Las metrallas
acallado,
Y las heridas
por fin cicatrizado,
No existen los
lamentos ni las penas,
Ninguna madre
ya los llora,
Ninguna urna
los alberga,
Para ellos el
horror de la guerra, ya es solo una
quimera,
La contienda
se ha perdido,
Ha prevalecido
el enemigo,
Mas ellos son
el contenido y la virtud del gentilicio,
Gentilicio que
no alude solo a lugar de procedencia,
Aquel que no
describe nada por sí mismo,
Porque el ser
argentino, no puede explicarse solo con dichos,
Es valor, es
vencer con el corazón,
Es vivir las
estrofas de nuestro himno,
Y no solo
entonarlo sin sentido,
Es iluminar
desde lo mas profundo de las sombras,
Es cegar de
envidia al enemigo,
La contienda
se ha perdido,
Nuestros
valientes han caído,
Por errores
propios y culpas ajenas,
Ya no importan
las causas, mucho menos las consecuencias,
Nuestras islas
arrancadas, nos han robado nuestra tierra,
Mas no toda
usurpada, ha quedado una parcela,
Esa que
guardan nuestros queridos centinelas,
Aquella en
cuya altura siempre gloriosa y orgullosa,
¡FLAMEARÁ
NUESTRA BANDERA!
Esta humilde
poesía esta dedicada a quienes han dado sus vidas para que nuestra querida
Patria se pueda seguir coronando de gloria por los siglos de los siglos.
Quizás al
leerla los cobardes entiendan en alguna media lo que significa ser argentino.
Se perdió la guerra, pero esa porción de
las islas, por mas ínfima que sea será siendo argentina.
Gracias
muchachos por rubricar una vez mas el dicho que orgulloso dice “Para el
argentino no existe la derrota, solo es el retraso de la victoria”
¡Dios los
bendiga!
¡Viva la
Patria!
Luis Pablo
Targhetta